Literatura

10 Libros no recomendables para personas tristes

Cultura colectiva elige 10 libros no recomendables para personas tristes según su parecer ya que son tan tristes que las personas con cierta predisposición a la depresión no deberían leer.

Jorge Luis Borges ya lo sentenció: “Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”. Así que si haces un recuento de tus libros favoritos, podrás darte cuenta cuál es tu personalidad y si te gusta el romance, la aventura, la ciencia ficción, la historia, el misterio o el drama. El género más leído sin duda es el drama, ¿será que nos gusta sufrir con historias que nos parecen ajenas, o simplemente nos gusta saber que hay peores dramas que los propios?

Libros no recomendables para personas tristes
Libros no recomendables para personas tristes


Libros no recomendables para personas tristes

1. Hombres sin mujeres, Haruki Murakami (2014)

Se trata de siete relatos de hombres que se enfrentan a la pérdida de una mujer que puede existir tal cual o que fue sublimada. Hombres desolados que se reconstruyen para recuperar su identidad emocional y onírica en la reconciliación con sus recuerdos. No hay un dolor lacrimógeno ni un amor fantasioso, solamente la sola presencia/ausencia del abandono y del vacío existencial. No es la mejor obra de Murakami, pero sí nos recuerda lo mejor de sus inicios.


2. Flores en el ático, V.C. Andrews (1979)

Primer libro de la saga de Los Dollanger, que cuenta la historia de Cathy y sus cuatro hermanos, quienes tras la muerte de su padre son encerrados en el ático de la casa de sus estrictos abuelos. Los niños vivirán torturas, regaños y ofensas de su abuela y el abandono de su madre. Una novela cruda que explora el alcance de la crueldad humana y el sometimiento, el fin antinatural de la infancia y la imposibilidad de la redención humana. Engancha, inquieta y perturba, a veces con razón y otras sin justificación.


3. Los ojos del perro siberiano, Antonio Santa Ana (1998)

Clásico de la literatura juvenil contemporánea que se introduce en la vida familiar de un chico de once años que narra el conflicto de su hermano mayor -Ezequiel- y sus padres, por una enfermedad incurable que contrajo. La brevedad del relato y el emotivo lenguaje logra hacer que reconozcamos el mundo que se nos revela. Nos enfrentaremos con la verdadera –y si se quiere inocente- condición moral y humana desde los ojos de un niño que es contrapuesta con la mirada adulta que mira con prejuicios.


4. Cometas en el cielo, Khaled Hosseini (2003)

Amir se propone ganar la competencia de cometas para demostrarle a su padre que ya es un hombre responsable. Su fiel amigo, Hassan, lo ayudará a lograrlo. Sin embargo, un acontecimiento hará que ambos amigos se separen y se enfrenten con la peor de las pérdidas humanas: la amistad. Sin muchas vueltas, Hosseini presenta un relato conciso y ágil lleno de poderosas frases en un Afganistán que creíamos en otro planeta.


5. La carretera, Cormac McCarthy (2006)



Premio Pulitzer 2007, narra la historia de una tierra posapocalíptica donde los hombres cazan a otros para sobrevivir. Si pudiera parecer una simple novela de ciencia ficción, la habilidad profundamente descriptiva del autor no da tregua para la esperanza en medio del caos. Ahí caminaremos a cuestas con un padre y su hijo quienes, al parecer, son los últimos seres humanos con conciencia capaces de distinguir el bien del mal. Al padre lo mantiene vivo la idea de cuidar a su hijo –a nosotros es lo que nos hace continuar leyendo-. Cada párrafo envuelve al lector hasta dejarlo perplejo y desasosegado en una carretera interminable y atroz en la que nadie se compadece de nadie.


6. La Señora Dalloway, Virginia Woolf (1925)

La historia se construye a partir de distintas voces que escuchamos y en la que descubrimos vacíos, carencias y frustraciones. Catherine Dalloway vive una triste vida burgués por carecer del amor idealizado de su marido. El relato permite la construcción en un día –Londres, junio 1923-, de lo que ha sido la vida de la señora Dalloway a través de los recuerdos más fastuosos de un pasado que añora. Lleno de melancolía, Woolf logra una sintaxis narrativa compleja y astuta que nos hará mirarnos de frente con melancolía en todas nuestras congojas y anhelos.


7. El Extranjero, Albert Camus (1973)

El relato existencialista de Camus pinta al lector como el Extranjero, un condenado a muerte. El Extranjero que vive un mundo de artificios y ridículos, de incomunicación e incomprensión. Conversamos con el hombre postmoderno que atenta contra todo precedente que mantiene el orden y la razón que ahora se resquebraja. El existencialismo que nos invade y nos convierte en extranjeros de nuestro propio mundo, en seres que no distinguen la vida de la muerte.


8. Diario de la guerra del cerdo, Adolfo Bioy Casares (1969)

La guerra entre dos generaciones. Los jóvenes quieren aniquilar a los viejos. Jóvenes arrogantes que violentarán, amedrentarán y matarán a los viejos por razones que los propios ancianos dan al aborrecer su propia vejez y anhelar la juventud. Bioy se mueve en el extremo de la capacidad violenta e injustificada de la humanidad y en el de la miseria humana que somos capaces de identificar y sentir como algo inherente en nuestra naturaleza. Realista y alegórica, la novela no presenta a víctimas sino una guerra cuyo origen, como el de muchas otras, es realmente incomprensible.


9. Nadie me verá llorar, Cristina Rivera Garza (2003)

En la Ciudad de México de 1920, Joaquín Buitrago retrata a las mujeres del manicomio La Castañeda. Entre ellas se encuentra Matilda Burgos, a quien cree conocer del pasado. El texto cuenta con documentos históricos del manicomio de tal forma que la memoria y su documentación juegan para construir una narración que cuestiona la verdad oficial -y todas las demás verdades-. Basada en la historia de Modesta Burgos, Nadie me verá llorar, también presenta los límites entre la demencia y la normalidad. Provoca un llanto interno y mordaz por el ansía de libertad de cada uno de los mortificados personajes, encerrados por enfermedad o por voluntad.




10. El diario de Ana Frank (1947)

Encerrada y escondida de la persecución nazi, Ana Frank escribe en su diario su visión del mundo y de la vida. Leemos sus sueños, sus anhelos y sus más profundos pensamientos. La imaginamos crecer, la imaginamos sufrir y también la imaginamos en libertad. El Diario de Ana Frank se ha vuelto un testimonio clave de las atrocidades del nazismo, que desentraña el dolor y el resquebrajamiento del mundo íntimo de una adolescente cuyo futuro vislumbraba con ilusión y grandes esperanzas.

Fuente: CLTRA CLCTVA


Libros no recomendables para personas tristes
Libros no recomendables para personas tristes

Subscribe
Notify of
guest
0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments